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Carta a un catequista

Carta a un catequista

Querido/a  catequista:

Te dispones a recoger junto a otras el encargo que la Comunidad parroquial a través de  mi os envía.  Bien venido/a. Ser evangelizador de niños, jóvenes y adultos, es una hermosa tarea que nace de nuestro bautismo. ¡Adelante! La parroquia (la Iglesia) cuenta contigo.

Me gustaría en esta carta ayudarte a reflexionar sobre tu condición de catequista. Es cierto que estamos en una etapa de transición en la catequesis. Tú lo vives en directo: cuesta  llevar adelante la catequesis, hay niños que no se "enteran de nada" , tienen problemas en casa y no tienen el soporte de la familia, otros son aparcados en la catequesis para cumplir el expediente y sus padres no quieren saber nada de lo que "pasa" mientras están en la parroquia, lo único que les interesa es que llegue el día señalado para la celebración, y ya está. Y mil casos más que tú conoces muy bien o irás conociendo...

. Estas cosas duelen en el alma. Es justamente esta situación la que está pidiendo a gritos otro tipo de catequesis en la Iglesia. Se habla de una catequesis más comunitaria en la que haya más participación de los padres y adultos, que la catequesis esté pensando menos en la celebración de un sacramento y más en la maduración de la f y en su incorporación a la comunidad. No desaparecerá la catequesis tradicional así como así. Es previsible la convivencia de varios tipos de catequesis por mucho tiempo.  Claro, una catequesis nueva está pidiendo también un nuevo catequista. No podemos pensar en una catequesis nueva y seguir haciendo como hace años, cuando la situación social era diferente.

. Cuando tú aceptaste la invitación y te presentaste para ser catequistay responsabilizarte de un grupo, las cosas te parecieron sencillas: los niños no te daban miedo. Tu preocupación como catequista era prepararte unos temas y que te entendieran, que les quedara algo, que aprendieran las oraciones y las cosas más sencillas. Tu forma de ser catequista imitaba mucho a lo que es el maestro en la clase, con las variantes de que la catequesis no se hacía en una clase, sino en los salones parroquiales, con un programa, sí, pero sin examen ni evaluaciones. 

La figura del nuevo catequista no tendrá como referencia al profesor de la escuela. Lo cual no quiere decir que el catequista no sepa. Pero el saber lo tenemos que entender como sabiduría, esa "mezcla" hecha a base de saberes, de experiencia de la vida, de experiencia de Jesús, de experiencia de humanidad, de experiencia de saber escuchar en profundidad a las personas, de experiencia de orante y celebrante. ¡No te asustes!

. Toda persona cristiana (tú, sin ir más lejos) que va madurando su fe, lo único que hace es buscar y progresaren la vivencia de muchos elementos: fe, oración, lectura de la biblia, celebración de los sacramentos, participación en la comunidad, mejor comprensión personal de sí misma, aceptación de la realidad, crítica de los valores del mundo a la luz de los valores del Reino... ¡No me digas que tú no estás en esta línea!

. El nuevo catequista no puede estar preparado sólo para llevar un grupo de niños y ya, sino que del grupo ha de pasar al proceso de fe de los padres y hasta su propio ambiente. Abrir a la fe y acompañar un proceso de fe es más que "dar unos temas", es más que los aspectos doctrinales. Es lo doctrinal, lo celebrativo, lo bíblico (por sencillo que sea), el testimonio de vida y la confesión de que Jesús ha hecho obras grandes en mi vida, la ha transformado, la ha cambiado; eso que Nicodemo no entendía: "nacer de nuevo". Un creyente es un "nacido de nuevo al estilo de vida inaugurada por Jesús".

. Aunque tú  te sientas inseguro/a, aunque tú creas que "no vales para esto", yo sigo pensando que la comunidad cristiana tiene una inmensa necesidad de catequistas como tú, aunque te veas con muchas limitaciones. Tú sigues teniendo tu encargo, no lo olvides. El Señor cuenta contigo.

. Si acabas de llegar o sólo llevas algún curso, no te debe acomplejar, iniciar esta bella tarea junto a otros catequistas con años de experiencia, no es problema, junto a su experiencia tú podrás ofrecer el aire nuevo y fresco que necesitamos cuando andamos muchos años haciendo lo mismo. Así como la ilusión y el interés por prepararte, por buscar, por cuestionar muchas cosas,..para dar lo mejor de ti en esta tarea.  Tienes mucho futuro por delante y mucho con que enriquecernos.

. Si, por el contrario, eres de los "catequistas de toda la vida" y llevas muchos años en esto tampoco te preocupes, en vosotros hay un poso de vida cristiana, de experiencia pedagógica, de amor a la comunidad que no se puede dejar de lado. Habrá que reciclar, como se recicla hoy en todos los órdenes. Tendremos que acomodarnos a nuevas formas y maneras de hacer catequesis, que por nuestra trayectoria pueden quedarnos lejos. Es un reto que tendremos que afrontar con la misma ilusión e interés de quienes comienzan y están ávidos de formación. Los nuevos nos pueden ayudar más de lo que pesamos.

. Todos tenemos que reciclarnos y formarnos para la tarea en las circunstancias de hoy: “Iglesia en salida”, “En clave misionera”  y “con sabor de oveja”, como nos dice el Papa Francisco. Vas a encontrar muchas ofertas de formación en la Parroquia o en la Diócesis, que no debes despreciar. A través de esas ayudas nos vamos poniendo en solfa.

. En la comunidad cristiana siempre tienen mucho que decir los que tienen experiencia de Dios. Dios no nos hace viejos. Dios siempre es joven. Si alguien tiene experiencia viva de Dios, ése es el que mejor puede transmitir a Dios. Dios hace todas las cosas nuevas. Dios no arruga el corazón.

. Sabes que me tienes a tu disposición. ¡Cuando quieras! Junto a mi agradecimiento, recibe un fuerteabrazo.

Luis Enrique

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