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Discurso Papa Francisco en la fiesta de acogida de la JMJ

Discurso Papa Francisco en la fiesta de acogida de la JMJ <p style="text-align: center;"><strong>Fiesta acogida JMJ 2013: Discurso del Papa Francisco&nbsp;<br /></strong><strong>(R&iacute;o de Janeiro, 25 de julio de 2013)</strong><strong>&nbsp;</strong></p> <p><strong>Queridos j&oacute;venes:</strong></p> <p style="text-align: justify;">&ldquo;Qu&eacute; bien se est&aacute; aqu&iacute;&rdquo;, exclam&oacute; Pedro, despu&eacute;s de haber visto al Se&ntilde;or Jes&uacute;s transfigurado, revestido de gloria. &iquest;Podr&iacute;amos repetir tambi&eacute;n nosotros esas palabras? Pienso que s&iacute;, porque para todos nosotros, hoy, es bueno estar aqu&iacute; reunidos en torno a Jes&uacute;s. &Eacute;l es quien nos acoge y se hace presente en medio de nosotros, aqu&iacute; en R&iacute;o. Pero en el Evangelio tambi&eacute;n hemos escuchado las palabras del Padre: &ldquo;&Eacute;ste es mi Hijo, el escogido, escuchadle&rdquo; (Lc 9,35). Por tanto, si por una parte es Jes&uacute;s el que nos acoge; por otra, tambi&eacute;n nosotros hemos de acogerlo, ponernos a la escucha de su palabra, porque precisamente acogiendo a Jesucristo, Palabra encarnada, es como el Esp&iacute;ritu nos transforma, ilumina el camino del futuro, y hace crecer en nosotros las alas de la esperanza para caminar con alegr&iacute;a (cf. Carta enc. Lumen fidei, 7).</p> <p style="text-align: justify;">Pero, &iquest;qu&eacute; podemos hacer? &ldquo;Bota f&eacute; &ndash; Pon fe&rdquo;. La cruz de la Jornada Mundial de la Juventud ha gritado estas palabras a lo largo de su peregrinaci&oacute;n por Brasil. &iquest;Qu&eacute; significa &ldquo;Pon fe&rdquo;? Cuando se prepara un buen plato y ves que falta la sal, &ldquo;pones&rdquo; sal; si falta el aceite, &ldquo;pones&rdquo; aceite&hellip; &ldquo;Poner&rdquo;, es decir, a&ntilde;adir, echar. Lo mismo pasa en nuestra vida, queridos j&oacute;venes: si queremos que tenga realmente sentido y sea plena, como ustedes desean y merecen, les digo a cada uno y a cada una de ustedes: &ldquo;pon fe&rdquo; y tu vida tendr&aacute; un sabor nuevo, tendr&aacute; una br&uacute;jula que te indicar&aacute; la direcci&oacute;n; &ldquo;pon esperanza&rdquo; y cada d&iacute;a de tu vida estar&aacute; iluminado y tu horizonte no ser&aacute; ya oscuro, sino luminoso; &ldquo;pon amor&rdquo; y tu existencia ser&aacute; como una casa construida sobre la roca, tu camino ser&aacute; gozoso, porque encontrar&aacute;s tantos amigos que caminan contigo. &iexcl;Pon fe, pon esperanza, pon amor!</p> <p style="text-align: justify;">Pero, &iquest;qui&eacute;n puede darnos esto? En el Evangelio hemos escuchado la respuesta: Cristo. &ldquo;&Eacute;ste es mi Hijo, el escogido, escuchadle&rdquo;. Jes&uacute;s es quien nos trae a Dios y nos lleva a Dios, con &eacute;l toda nuestra vida se transforma, se renueva y nosotros podemos ver la realidad con ojos nuevos, desde el punto de vista de Jes&uacute;s, con sus mismos ojos (cf. Carta enc. Lumen fidei, 18).</p> <p style="text-align: justify;">Por eso hoy les digo con fuerza: &ldquo;Pon a Cristo&rdquo; en tu vida y encontrar&aacute;s un amigo del que fiarte siempre; &ldquo;pon a Cristo&rdquo; y ver&aacute;s crecer las alas de la esperanza para recorrer con alegr&iacute;a el camino del futuro; &ldquo;pon a Cristo&rdquo; y tu vida estar&aacute; llena de su amor, ser&aacute; una vida fecunda. Hoy me gustar&iacute;a que todos nos pregunt&aacute;semos sinceramente: &iquest;en qui&eacute;n ponemos nuestra fe? &iquest;En nosotros mismos, en las cosas, o en Jes&uacute;s? Tenemos la tentaci&oacute;n de ponernos en el centro, de creer que nosotros solos construimos nuestra vida, o que es el tener, el dinero, el poder lo que da la felicidad. Pero no es as&iacute;. El tener, el dinero, el poder pueden ofrecer un momento de embriaguez, la ilusi&oacute;n de ser felices, pero, al final, nos dominan y nos llevan a querer tener cada vez m&aacute;s, a no estar nunca satisfechos. &iexcl;&ldquo;Pon a Cristo&rdquo; en tu vida, pon tu confianza en &eacute;l y no quedar&aacute;s defraudado! Miren, queridos amigos, la fe lleva a cabo en nuestra vida una revoluci&oacute;n que podr&iacute;amos llamar copernicana, porque nos quita del centro y pone en &eacute;l a Dios; la fe nos inunda de su amor que nos da seguridad, fuerza, esperanza. Aparentemente no cambia nada, pero, en lo m&aacute;s profundo de nosotros mismos, todo cambia. En nuestro coraz&oacute;n habita la paz, la dulzura, la ternura, el entusiasmo, la serenidad y la alegr&iacute;a, que son frutos del Esp&iacute;ritu Santo (cf. Ga 5,22) y nuestra existencia se transforma, nuestro modo de pensar y de obrar se renueva, se convierte en el modo de pensar y de obrar de Jes&uacute;s, de Dios. En el A&ntilde;o de la Fe, esta Jornada Mundial de la Juventud es precisamente un don que se nos da para acercarnos todav&iacute;a m&aacute;s al Se&ntilde;or, para ser sus disc&iacute;pulos y sus misioneros, para dejar que &eacute;l renueve nuestra vida.</p> <p style="text-align: justify;">Querido joven, querida joven: &ldquo;Pon a Cristo&rdquo; en tu vida. En estos d&iacute;as, &Eacute;l te espera en su Palabra; esc&uacute;chalo con atenci&oacute;n y su presencia enardecer&aacute; tu coraz&oacute;n. &ldquo;Pon a Cristo&rdquo;: &Eacute;l te acoge en el Sacramento del perd&oacute;n, para curar, con su misericordia, las heridas del pecado. No tengas miedo de pedir perd&oacute;n. &Eacute;l no se cansa nunca de perdonarnos, como un padre que nos ama.</p> <p style="text-align: justify;">&iexcl;Dios es pura misericordia! &ldquo;Pon a Cristo&rdquo;: &Eacute;l te espera en el encuentro con su Carne en la Eucarist&iacute;a, Sacramento de su presencia, de su sacrificio de amor, y en la humanidad de tantos j&oacute;venes que te enriquecer&aacute;n con su amistad, te animar&aacute;n con su testimonio de fe, te ense&ntilde;ar&aacute;n el lenguaje de la caridad, de la bondad, del servicio. Tambi&eacute;n t&uacute;, querido joven, querida joven, puedes ser un testigo gozoso de su amor, un testigo entusiasta de su Evangelio para llevar un poco de luz a este mundo nuestro.</p> <p style="text-align: justify;">&ldquo;Qu&eacute; bien se est&aacute; aqu&iacute;&rdquo;, poniendo a Cristo, la fe, la esperanza, el amor que &eacute;l nos da, en nuestra vida. Queridos amigos, en esta celebraci&oacute;n hemos acogido la imagen de Nuestra Se&ntilde;ora de Aparecida. Con Mar&iacute;a, queremos ser disc&iacute;pulos y misioneros. Como ella, queremos decir &ldquo;s&iacute;&rdquo; a Dios. Pidamos a su Coraz&oacute;n de Madre que interceda por nosotros, para que nuestros corazones est&eacute;n dispuestos a amar a Jes&uacute;s y a hacerlo amar. &iexcl;&Eacute;l nos espera y cuenta con nosotros! Am&eacute;n.</p> <p style="text-align: right;"><strong>Papa Francisco</strong></p>
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