Loading

Día de los Sin Techo

Día de los Sin Techo <p>El lema para el Día de los Sin Techo 2006 <strong><em>-&quot;Sin techo, sin derechos. Hoy también duermo en la calle. A la Sociedad le falto yo&quot;-</em></strong> nos propone una reflexión sobre la exclusión y violencia que sufren en nuestra sociedad las personas sin hogar y nos invita a analizar los distintos entornos donde esa situación se produce: estructuras sociales, administraciones públicas, medios de comunicación, nuevas tecnologías y relaciones personales. A pesar del auge económico, <strong>las situaciones de pobreza aumentan en toda Europa. </strong></p><p><strong><em>1.&nbsp;“Hoy también duermo en la calle”</em></strong> <strong><em><u>¿DE QUIÉN HABLAMOS?</u></em></strong></p><p>Estamos hablando de: </p><p><strong>Personas sin techo</strong> son las que están literalmente en la calle, es decir, que viven en espacios públicos abiertos y que duermen, a veces, en albergues nocturnos (cerrados durante el resto del día). </p><p><strong>Personas sin hogar</strong> son quienes viven en centros de acogida, en régimen de estancia completa y un tiempo de residencia limitado, y que carecen de otra alternativa. Muestran un rostro de exclusión social con rasgos de personas jóvenes. Se constata también, la incorporación de un número creciente de mujeres e inmigrantes </p><p><strong><em>2. SIN TECHO, SIN DERECHOS. <u>Violencia y exclusión</u></em></strong> </p><p>Cuando hablamos de la violencia de que son objeto las personas sin hogar nos referimos a todo aquello que impide que la persona satisfaga sus necesidades fundamentales -alimentación, vivienda, salud, vestido- para poder vivir con dignidad. Pero cuando, además, se le priva de las oportunidades de participar de las formas de vida y de integración social, decimos que se da una situación de <strong>exclusión social.</strong> </p><p><strong>- Desde la sociedad:</strong> La sociedad tiende a criminalizar la miseria y a culpar a los excluidos de su situación, a estigmatizarlos. Las personas sin techo pierden su condición de ciudadanos, desaparecen del espacio público, su presencia molesta, disgusta y perturba la convivencia de los &quot;otros ciudadanos&quot;. </p><p>-<strong> Desde las estructura:</strong> Los Estados modernos no garantizan el acceso de todos los ciudadanos a los derechos sociales básicos (vivienda, educación, empleo y protección social). Los obstáculos para acceder a esos derechos suponen, en la práctica, la pérdida de la ciudadanía y la imposibilidad de desarrollarse con dignidad. </p><p><strong>- Desde las administraciones públicas:</strong> Existe una tendencia generalizada en los Ayuntamientos de toda España a aprobar Ordenanzas Municipales destinadas a hostigar la vida de las personas sin hogar en la calle. Con ellas se pretende controlar a determinados grupos sociales que son catalogados como &quot;peligrosos&quot;, &quot;incívicos&quot; o susceptibles de &quot;perturbar la convivencia de los buenos ciudadanos&quot;. Estas Ordenanzas -fuente de grave exclusión y marginación de las personas sin techo- penalizan, estigmatizan y criminalizan aún más a un colectivo ya de por si vulnerable. </p><p>-<strong> Desde los medios de comunicación:</strong> Determinadas estrategias informativas agravan el fenómeno de los sin techo cuando se refieren a estas personas con términos como &quot;mendigo&quot; o &quot;indigente&quot;, expresiones con una fuerte connotación negativa que pueden leerse casi a diario en noticias que, en la mayoría de los casos, recrean contenidos violentos o morbosos. A esta &quot;violencia informativa&quot; hacia las personas sin hogar contribuyen también la abundancia de noticias en las que se vinculan a los sin techo con acciones delictivas o con grupos sociales con problemáticas muy distintas. </p><p><strong>- Desde las nuevas tecnologías:</strong> Es cada vez más frecuente el recurso a grabar actos violentos a través de soportes domésticos (teléfonos móviles, cámaras digitales, etc.) y a distribuirlos vía internet a cualquier parte del mundo. </p><p><strong>- Desde lo personal:</strong> Son las dos caras de la moneda: violencia, como enajenación de derechos y como respuesta de quien se siente expoliado. La negación del otro en su humanidad, una situación sostenida de pobreza, unida a la vivencia del rechazo, conducen a una autopercepción de fracaso, de negación de las propias capacidades. </p><p><strong><em><u>3 CÓMO SE LLEGA A ESA SITUACIÓN <br /></u></em></strong>La exclusión es fruto de diversos procesos de cambio: </p><p><strong>En los modos de producción</strong> <br />La aplicación de las nuevas tecnologías a todos los campos de la producción y la extensión de la globalización económica ha disparado el crecimiento económico, pero también la pobreza. </p><p><strong>En el empleo</strong> <br />El aumento de mano de obra fluctuante y del empleo inestable y precario con el fin de mantener los niveles de competitividad y beneficio exigidos por el mercado afecta de manera especial a jóvenes, mujeres y parados mayores de 45 años, así como al creciente número de trabajadores inmigrantes no regularizados.</p><p><strong>En el acceso a la vivienda</strong> <br />La ausencia de vivienda dificulta el acceso a un trabajo y a una educación y formación profesional, limita las posibilidades de la inserción social, impide el desarrollo personal y provoca un rápido deterioro de la salud física y mental. Nunca antes la vivienda había tenido tan difícil acceso y tanta gente había estado privada de ella. </p><p><strong>Deficiencias en la protección social</strong> <br />Nuestro sistema de Seguridad Social tiene un marcado carácter contributivo. La actual política de contención del gasto social supone una merma de recursos adecuados para desarrollar estrategias de inserción.</p><p><strong>Cambios demográficos y familiares<br /></strong>Descenso de la tasa de natalidad<strong>.</strong>&nbsp; <br />Envejecimiento de la población. Los mayores de 65 años suman el17 % de la población. <br />Crecimiento de la inmigración. En la actualidad representa ya al 8,4 % de la población total. </p><p><strong>La autopercepción de inseguridad y fracaso</strong> Deficiencias en la educación, la vivienda, la salud, etc, lleva a la población afectada a una autopercepción como fracasado. </p><p /><p><strong><em><u>4 RESPONSABILIDAD DE TODOS</u></em></strong> <br />¿Qué pedimos? </p><p><strong>LAS AUTORIDADES PÚBLICAS</strong> <br />Tienen que realizar un mayor esfuerzo para erradicar la pobreza y la exclusión social, y garantizar políticas que permitan sinergias en los ámbitos económicos y sociosanitarios.&nbsp; </p><p><strong>Desarrollar alternativas reales de inserción,</strong> que se adecúen a las necesidades de las personas sin techo. </p><p><strong>Propiciar una mayor coordinación y colaboración</strong> con el conjunto de la sociedad, a través de la participación en las políticas públicas contra la pobreza y exclusión social. </p><p><strong>Arbitrar una respuesta adecuada a la inmigración,</strong> a través de iniciativas legales y el reajuste de los recursos específicos para la población inmigrante. Impulsar ordenanzas municipales orientadas a la construcción de ciudades abiertas. </p><p><strong>Atajar de manera urgente</strong> y decidida la especulación inmobiliaria y desarrollar una adecuada política de vivienda. </p><p><strong>MEDIOS DE COMUNICACiÓN SOCIAL</strong> <br />Tienen que abordar <strong>contenidos informativos honestos</strong> sobre las personas sin hogar basados en una óptica amplia y heterogénea de este grupo social y el respeto hacia sus condiciones de precariedad social y su situación de vulnerabilidad humana. </p><p><strong>LA SOCIEDAD EN GENERAL<br /></strong>Tiene que realizar un mayor esfuerzo de <strong>coordinación. implicación y participación</strong> con el Estado y con el conjunto de los agentes económicos y sociales en la puesta en marcha de acciones de inclusión social, en la mejora de los niveles de formación y motivación de los profesionales, y en una mayor sensibilización, difusión y debate sobre la realidad de las personas sin hogar. </p><p><strong><em><u>30.000 PERSONAS SIN HOGAR</u></em></strong> <br />En España hay más de ocho millones y medio de pobres. Sin embargo, la peor situación la sufren las 30.000 personas que carecen de un techo donde vivir y las 273.000 que residen en infraviviendas. En estas personas se combinan la precariedad económica y la falta de alojamiento, con la pérdida de vínculos sociales y familiares, y la ruptura de sus proyectos personales de vida. </p>
subir